'Ruta del Paleolítico' para senderismo y bicicleta de montaña desde la zona recreativa del embalse de Campos del Paraíso hasta Carrascosa del Campo.
M.R.J.
Gracias los numerosos hallazgos de la Alcarria conquense, actualmente se cuenta con más de 76 puntos de interés o yacimientos en toda la provincia para estudiar la evolución humana desde su origen en el interior de la Península Ibérica. Esto contradice además la idea previa de que esta zona había estado despoblada, constatando que fue un escenario de una "intensa y continua presencia humana sin interrupciones". Así lo ha asegurado durante la primera conferencia virtual organizada por la Asociación Cultural Ciudad de Huete, el arqueólogo Santiago David Domínguez-Solera, de la empresa Ares Arqueología y Patrimonio Cultural, que desde 2012, junto a su compañero Michel Muñoz, ha realizado numerosos trabajos de prospección dentro del proyecto 'El Paleolítico Inferior y Medio en la Provincia de Cuenca'.
Ya en sus inicios afirmaron que esta comarca contaba con todos los elementos para considerarla un "paraíso" del estudio del Paleolítico y del origen de la humanidad en el Occidente de Europa tras encontrar piezas en superficie y estratos de este periodo en el cerro Mulatón de Caracenilla, a los que se sumaron los restos prehistóricos donados al Museo Arqueológico de Cuenca por los investigadores Jesús María Martínez e Inocente López. Se trataba de vestigios de las primeras industrias de los pobladores iniciales de la Península, cazadores y recolectores nómadas que durante el Neolítico y el Calcolítico empezaron a territorializarse y a construir paulatinamente los primeros poblados estables, fortificándolos en castros durante la Edad Bronce inicial, hace unos 4.000 años.
Según ha recordado, hasta el inicio de esta investigación solo contaban con hallazgos de algunos "materiales descontextualizados". En concreto, en la zona de la Alcarria, los aportados por Manuel Osuna en Cuevas de Velasco y Noheda en 1974 y 1976. Domínguez-Solera ha destacado las numerosas campañas y pueblos implicados que hasta ahora han proporcionado un "volumen de información publicable y con visibilidad internacional" pero ha abogado por “seguir una estrategia más intensa, con más fondos” pues considera necesario un estudio del interior de las cuevas, donde podrían encontrar materiales en situación primaria y más concentración de restos de fauna. Además de fomentar la investigación, desde Ares Arqueología y Patrimonio Cultural han apostado por dar a conocer y poner en valor este patrimonio organizando en 2013 jornadas divulgativas en algunos de los municipios con ayuntamientos implicados (como Carrascosa del Campo, Castejón, El Valle de Altomira, Huete y Cañaveruelas), inaugurando la 'Ruta del Paleolítico' para senderismo y bicicleta de montaña en la zona recreativa del embalse de Campos del Paraíso y publicando en 2014 el libro 'El Paleolítico Inferior y Medio en la Alcarria Conquense'.
Canto trabajado del yacimiento 'El Pino', en Carrascosa del Campo. Foto: Ares Arqueología y Patrimonio Cultural.
Durante esta conferencia, el arqueólogo ha repasado algunos de los principales enclaves arqueológicos de la comarca —también de otras zonas como El Provencio, en La Mancha— resaltando los trabajos en 'El Pino', en el término de Carrascosa del Campo (Campos del Paraíso), donde encontraron instrumentos líticos del Paleolítico inferior de un millón de años relacionados con la mano de los primeros pobladores, como el famoso Homo antecessor, considerada la especie homínida más antigua de Europa y definida por los restos del yacimiento burgalés de Atapuerca. Entre ellos destaca los conocidos como 'choppers', cantos rodados tallados por uno de sus lados para generar lascas cortantes que aparecieron asimismo en otras localizaciones de Huete, Cuevas de Velasco, Priego o El Valle de Altomira, junto con piezas de la posterior industria achelense, más elaboradas y talladas por ambas caras, generadas por el Homo heidelbergensis hace alrededor de 500.000 años y en el principio de la etapa Neandertal.
Pero es a estos últimos a los que pertenecen ejemplos muchísimo más abundantes en dichos lugares, lo que les ha permitido conocer el comportamiento de los neardentales hace 250.000 años, conviviendo con los primeros seres humanos de nuestra especie hasta su extinción hace apenas 20.000. Junto con el citado Mulatón de Caracenilla, Canalejas del Arroyo es otra zona que les ha aportado mucha información sobre esta época del Paleolítico medio y de la industria musteriense, caracterizada por el uso del sílex (muy abundante en la Alcarria) y del hueso para el procesado de productos animales y por la talla mediante percusión de las piedras. Igualmente, han corroborado la migración constante y reiterativa de las comunidades a estos parajes para explotar los recursos animales y vegetales, concentrándose en los cauces de los ríos, variando el clima y las especies disponibles a lo largo de los milenios, pero sin que cesara la presencia humana.
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