Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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Redacción
La Alcarria conquense sigue en la línea de despoblación perdiendo 117 vecinos durante 2019, un descenso algo menos acusado que el de 2018, cuando registró 183 menos. Según las cifras oficiales resultantes de la revisión del Padrón Municipal a 1 de enero de 2020 publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (ver tabla), registró 8.644 habitantes en el pasado ejercicio frente a los 8.761 del anterior. Sin embargo, algunos municipios destacan por aumentar sus empadronados como Torrejoncillo del Rey (+10), Barajas de Melo (+8), Portalrubio de Guadamejud (+8), Buendía (+8), Albalate de las Nogueras (+4), Albendea (+4), Villanueva de Guadamejud (+3), Saceda-Trasierra (+2), Villarejo de la Peñuela (+2), Villas de la Ventosa (+2), Olmeda de la Cuesta (+2) y Villar del Infantado (+1). Otros se mantienen estables como Vindel, Priego, Arandilla del Arroyo y Arrancacepas, mientras que las 26 localidades restantes —en total son 42 que engloban 26 pedanías y una entidad de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM)— reducen el censo, especialmente Valle de Altomira (-29), Huete (-17), Villaconejos de Trabaque (-12), Cañaveras (-11) y La Peraleja (-10) y Gascueña (-10). 
Mónica Raspal Jorquera, enviada especial a La Cava (Garcinarro)
A finales del próximo enero el yacimiento arqueológico La Cava de Garcinarro contará con una caseta de recepción de visitantes y una senda de acceso señalizada para que los múltiples turistas que recibe durante todo el año puedan realizar con más comodidad y seguridad una de los recorridos guiados que ofrecen de forma desinteresada los miembros de su Asociación Cultural. Según ha sabido esta redacción tras una reciente visita, hoy empiezan las obras del proyecto de adecuación museística presentado en octubre de 2018 por el anterior Ayuntamiento de Valle de Altomira —municipio que conforman Garcinarro, Jabalera y Mazarulleque—. Estas consisten en una adecuación del espacio instalando pasarelas, postes de madera, plataformas, escaleras, paneles explicativos y un habitáculo para la atención al público. También se reconstruirá una de las estancias del gran edificio tripartito excavado en la roca de la Edad del Hierro, emulando su estado en época celtíbera.
Redacción
La compañía Benbros Solar SL quiere promover la instalación de un gran parque fotovoltaico de entre 1.000 y 1.200 MW (megavatios) de potencia en la Alcarria conquense, en concreto en los términos de Villalba del Rey, Olmeda de la Cuesta, Cañaveras, Portalrubio de Guadamejud y Valdemoro del Rey (pedanía de Huete), para lo que necesita la cesión de entre 2.500 y 3.000 hectáreas de terreno que no estén catalogadas como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) o Lugares de Interés Comunitario (LIC) y tengan en torno al 5-7% de pendientes, según el documento de presentación del proyecto que ha enviado a esta redacción Carlos Pérez, agricultor y propietario de terrenos en Portalrubio de Guadamejud. Aunque esta empresa es de reciente creación (en 2020), asegura que sus fundadores tienen una "dilatada experiencia" en el sector de las energías renovables habiendo desarrollado más de 5 GW (gigavatios) de proyectos fotovoltaicos y eólicos en todo el mundo.
Redacción
El folclorista de Castillejo del Romeral, Luis Puerta Zarzuela, ha recopilado partituras y vídeos de las danzas y paloteos de 37 pueblos de Cuenca, entre ellos 20 de la Alcarria conquense. Según explica, en algunos habían desaparecido, como en Caracenilla, La Ventosa, Valdecolmenas de Abajo, Bonilla, Tinajas y Verdelpino de Huete —esta última es la única que se mantiene con un grupo en la actualidad—, mientras que en otros permanecen vivas pero carecían de partituras escritas para dulzaina, como es el caso de Moncalvillo de Huete, Garcinarro y Huete. Puerta ha realizado y entregado esta documentación a la Diputación de Cuenca, que le concedió una beca de investigación para desarrollarlo. Dado que quiere que esta investigación sea conocida por los pueblos y no quede simplemente archivada, le gustaría poder editar un libro y folletos en papel acompañados de ediciones digitales, siempre solicitándolo a la Diputación, que es la que tiene los derechos.
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